44
1 Alabemos ahora a los hombres famosos,
nuestros antepasados en sus generaciones.
2 El Señor creó una gran gloria en ellos —
su poderoso poder desde el principio.
3 Algunos gobernaron en sus reinos
y eran hombres reconocidos por su poder,
dando consejo por su entendimiento.
Algunos han hablado en profecías,
4 líderes del pueblo por sus consejos,
y por su entendimiento, dando instrucción para el pueblo.
Sus palabras en su instrucción fueron sabias.
5 Algunas melodías musicales compuestas,
y exponer los versos por escrito,
6 hombres ricos dotados de habilidad,
vivir en paz en sus casas.
7 Todos ellos fueron honrados en sus generaciones,
y se destacaron en sus días.
8 Algunos de ellos han dejado un nombre tras de sí,
para que otros declaren sus alabanzas.
9 Pero de otros no hay memoria.
Perecieron como si no lo hubieran sido.
Se vuelven como si no hubieran nacido,
ellos y sus hijos después de ellos.
10 Pero estos eran hombres de misericordia,
cuyas acciones justas no han sido olvidadas.
11 Una buena herencia se queda con su descendencia.
Sus hijos están dentro del pacto.
12 Su descendencia se mantiene firme,
con sus hijos, por su bien.
13 Su descendencia permanecerá para siempre.
Su gloria no será borrada.
14 Sus cuerpos fueron enterrados en paz.
Su nombre perdura en todas las generaciones.
15 La gente declarará su sabiduría.
La congregación proclama su alabanza.
16 Enoc agradó al Señor y fue elevado,
un ejemplo de arrepentimiento para todas las generaciones.
17 Noé fue encontrado perfecto y justo.
En la estación de la ira, mantuvo viva la carrera.
Por lo tanto, un remanente fue dejado en la tierra
cuando llegó la inundación.
18 Se hicieron pactos eternos con él,
para que toda la carne no vuelva a ser borrada por un diluvio.
19 Abraham fue un gran padre de una multitud de naciones.
No se encontró ninguno como él en la gloria,
20 que guardaron la ley del Altísimo,
y fue tomado en pacto con él.
En su carne estableció la alianza.
Cuando se le puso a prueba, se le encontró fiel.
21 Por eso le aseguró con un juramento
que las naciones serían bendecidas a través de su descendencia,
que lo multiplicaría como el polvo de la tierra,
exalta a su descendencia como las estrellas,
y haz que hereden de mar a mar,
y desde el río Éufrates hasta los confines de la tierra.
22 También en Isaac estableció la misma seguridad por causa de Abraham, su padre,
la bendición de todos los hombres, y el pacto.
23 La hizo descansar sobre la cabeza de Jacob.
Lo reconoció en sus bendiciones,
le dio por herencia,
y repartió sus porciones.
Los distribuyó entre doce tribus.
Este es un borrador de traducción. Está siendo revisado y editado. Si encuentra algún error, infórmenos en [email protected].