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Vuelve, Israel, al Señor tu Dios, porque tus pecados te han hecho caer. Toma estas palabras y vuélvete al Señor, y dile: “Por favor, toma toda nuestra culpa, acepta lo bueno que hay, y nosotros te pagaremos con alabanza en nuestros labios. Asiria no puede salvarnos, y no escaparemos con nuestros caballos de guerra, ni volveremos a decir: ‘ustedes son nuestros dioses’ a los ídolos que hemos hecho. Porque los huérfanos hallan misericordia en ti”.
Yo sanaré su falta de fe. Los amaré generosamente, porque ya no estoy enojado con ellos. Yo seré como el rocío para Israel, y ellos florecerán como los lirios, y sus raíces crecerán fuertes como los cedros del Líbano. Sus retoños se extenderán, y su esplendor será como el árbol de olivo, su fragancia será como los cedros del Líbano. Los que habitan bajo su sombra regresarán, y florecerán como el grano; florecerán como el vino, y serán recordados como el vino del Líbano.
Efraín, ¿hasta cuándo tendré que advertirte sobre la idolatría?* En otras palabras, Dios ya se can cansado del tema. Ya he contestado y ahora espero. Espera ver la respuesta del pueblo. Soy como el árbol siempre verde, y de mí nace tu fruto.
¿Quién es sabio para entender todo esto? ¿Quién tiene el discernimiento para entender? Los caminos del Señor son rectos, pero los rebeldes se tropiezan y caen.

*14.8 En otras palabras, Dios ya se can cansado del tema.

14.8 Espera ver la respuesta del pueblo.